El aparato locomotor está compuesto por huesos, articulaciones y músculos, y sus funciones se centran en proporcionar el sostén y permitir la movilidad del organismo. Los movimientos no sólo contribuyen a disfrutar de la vida, sino que además son esenciales para su conservación.
El movimiento es esencial para la salud del paciente geriátrico. La inmovilidad provoca: - Disminución de la fuerza y tono muscular. - Aumento del riesgo de infecciones y embolias. - Problemas respiratorios. - Problemas urinarios. - Estreñimiento.- Úlceras por presión. - Aumento de la osteoporosis, etc. Para prevenir la aparición de estos problemas, es fundamental asegurar una movilidad adecuada y el mantenimiento de posturas correctas.
Reglas Básicas para movilizar coprrectamente a adultos mayores.
El familiar y el cuidador también deben adoptar posiciones correctas para evitar problemas musculares y de columna vertebral. Debemos recordar que los músculos de las piernas son más fuertes que los de la espalda.
- Por tanto, para levantar a un enfermo, conviene doblar siempre las rodillas, manteniendo la espalda recta e inclinada hacia delante desde las caderas. - Los pies del cuidador se colocan separados, bloqueando uno, a su vez, los pies del enfermo y situándose en la dirección del movimiento. - Cuando el paciente es demasiado pesado o está muy incapacitado, se pueden utilizar medios mecánicos, como grúas, que son de gran utilidad.
Giros en la cama: La persona mayor tiende a moverse poco en la cama y convencerle de que lo haga, y que lo haga en giros. Es más fácil dar la vuelta sobre un colchón firme.
- Los ancianos que aún conservan cierta movilidad pueden hacer los giros por sí solos. Para ello, deben doblar las rodillas y apoyar los pies sobre la cama, ladear las piernas hacia el lado sobre el que se va a realizar el giro, entrelazar las manos y levantarlas estirando los codos al mismo tiempo para, finalmente, girar la cabeza y desplazar los brazos hacia ese mismo lado. - En caso de que el paciente esté más incapacitado, el familiar o el cuidador deben ayudarle a realizar el giro colocándose a su lado. Siguiendo los pasos descritos anteriormente, se le sujetan los brazos por las muñecas y las piernas por las rodillas y se tira con suavidad del enfermo hacia el lado del giro. Al paciente se le pide que mire sus manos durante el giro para que mueva su cabeza al mismo tiempo.
Levantarse de la cama: Los ancianos dependientes pero con movilidad pueden: mover las piernas hasta el borde de la cama, apoyarse en el codo y en la mano, levantar la cabeza y bajar los pies al suelo quedando sentados en la cama.
- Si el enfermo necesita ayuda, nos colocamos frente a él con las caderas flexionadas y nuestras rodillas pegadas a las suyas, bloqueando sus pies con los nuestros. Pasamos los brazos a su espalda por debajo de las axilas, invitándole a que intente levantarse y, en ese momento, tiramos hacia arriba hasta colocarle de pie.
Sedestacion: Una parte importante de la población anciana, aun gozando de buena salud y autonomía en su movilidad, sufre afecciones crónicas como problemas articulares, debilidad muscular, en especial para la sustentación del tronco, problemas circulatorios y falta de coordinación motora.
En muchos casos, los ancianos ocupan una butaca durante bastantes horas al día. A continuación se anotan algunas recomendaciones de cómo deben de ser las sillas y los sillones de las personas mayores con problemas de movilidad: - Los reposabrazos son fundamentales para una mayor comodidad y para facilitar los movimientos de sentarse y levantarse. Existen sillas recomendables de distintos tipos y alturas. - El respaldo debe proporcionar un buen soporte a la espalda y a los hombros, lo que implica apoyo lumbar y torácico. - En los sillones de descanso, es conveniente que el respaldo sea lo suficientemente alto como para apoyar la cabeza. - La firmeza del acolchado es un factor clave para proporcionar comodidad y facilitar la entrada y salida del asiento. - La tapicería debe ser fácil de limpiar.
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