¿Qué es un adicto?
La palabra adicto viene del latín "addictus" que quiere decir "adjudicado" o "heredado". Después de una guerra, los romanos hacían una "subasta" donde regalaban esclavos a los soldados que peleaban bien.
Esos esclavos eran conocidos como "addictus". Entonces entendemos que "adicto" es un "esclavo" de las drogas.
Las adicciones pueden ser de varios tipos: a sustancias psicotrópicas (como la nicotina y la cocaína) o también a comportamientos específicos (como los juegos de azar; videojuegos, etc.); La sensación de bienestar o placer que produce el consumo de algunas sustancias es provocada por transformaciones bioquímicas en el cerebro, de tal manera que la ausencia de consumo provoca el efecto contrario: malestar generado por la carencia de químicos que alivien la tensión. El placer que provoca la sustancia al adicto es poco duradero y según transcurre el tiempo, el placer es menor. Esta insensibilización progresiva se denomina tolerancia
Un adicto puede ser dependiente, ya sea emocional, física o fisiológicamente, dependiendo de las drogas usadas. Sus intensos deseos le conducen a conseguir por cualquier medio la droga. Satisfacer su deseo se convierte en la mayor prioridad del adicto, incluso al costo de perder todo aquello que alguna vez fue importante: empleo, hogar, amigos y familia.
La adicción a las drogas es una dependencia obsesiva a una droga
legal o ilegal. Las drogas pueden incluir medicación prescrita, drogas ilegales
y alcohol. Aunque un adicto puede usar más de una droga, usualmente esta
persona tiene una "droga de preferencia": su adicción más fuerte a
vencer.
La negación del paciente a afrontar su necesidad y la falta de un sostén familiar conllevan a una situación de mayor riesgo y enfermedad, con el deterioro físico y emocional que conlleva.
El paciente no se podrá salvar a si mismo, es imposible que el mismo medico realice su propia
cirugía de corazón abierto. La asistencia oportuna de grupos de apoyo y profesionales de la salud (trabajadores sociales, médicos, psicólogos, enfermeros, etc) es importante para favorecer a una adecuada rehabilitación, aunque ésta siempre tendrá que trazar etapas y objetivos de alcance real en forma paulatina.
En el aspecto espiritual, el paciente experimenta un vacío, una sensación de soledad que le hunde a una situación de mayor depresión. En nuestra experiencia, la práctica clínica demuestra que los pacientes que depositan sus patrones de necesidad espiritual en Jesucristo, han afrontado de mejor manera y con mucha satisfacción, hacia un perfil personal mas sano y destete gradual de las adicciones.
La compañía y acercamiento cotidiano de personas y amigos con un perfil de apoyo y tutela, fortalece dicho crecimiento y rehabilitación, sustituyendo las fuentes de influencia negativas y cambiándolas por acciones ocupacionales que resulten en efectos positivos dentro del entorno del paciente, como son el apoyo y asistencia a otros pacientes en inicio de su rehabilitación o como gestores de autosuficiencia económica cuando existe mayor avance en el tratamiento.
El adicto requiere recibir paciencia, insistencia, perseverancia y amor por parte de sus colaboradores. No es fácil el trabajo con este tipo de pacientes, sin embargo, los frutos y logros que se pueden alcanzar pueden ser inimaginables.
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